Ay, hermanito, hermano... (2007)

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«Ahora bien, ya que te estoy hablando después de tanto tiempo, quiero parafrasear a Lorca y decirte: ¿Hacia dónde apunta tu barba esta noche, Darnauchans? ¿Apunta a tus canciones, las más bellas, o a esos locos que en tu locura usabas/cobijabas? ¿Qué harán ahora esos vampiros/secretarios, ahora que fuiste y te moriste? ¿Ahora que has muerto sigues teniendo en la mesa de luz los nueve libros de la historia de Herodoto? ¿Hay mesa de luz en el cielo, el infierno o donde sea que estés y que no estás? ¿Estás adormecido en tufaradas de whisky, como tú mismo antes, en un sillón, mientras la muerte te pegaba en el costado y ni siquiera te diste cuenta? ¿De qué lado de la historia estás parado, o acostado, o cenizas simplemente? ¿Del lado que dice que murió uno de los más grandes creadores que esta mala madre patria ha tenido o del lado estúpido del pensionado graciable, de la colecta pública, de la comida que faltaba pero nunca el alcohol?
La verdad es que tu barba no sé adónde apunta, pero tu corazón, eso que dicen que te falló (¡qué tontos!), me parece que sigue apuntando a esa muchacha, a ese muchacho, que te dicen una vez y otra, interminable renovada fila, que se han amado, salvado, vivido, sobrevivido y sobremorido, juntado, consolado, o lo que sea, por exclusiva obra y gracia de tus canciones»

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Víctor Cunha
Brecha - 23 de marzo de 2007

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