Mauricio Ubal. "Darno es una figura que marcó, con su creatividad, aunque lamentablemente en los últimos 15 años tuvo esa pulseada permanente con el alcohol, que lo llevó a perder mucha vitalidad y potencial. A veces, en este ámbito hay como una especie de regodeo con cierta oscuridad, cierto modo de vida, y desgraciadamente se ensalza toda una forma de vivir que tiene que ver con la bohemia, lo marginal. Esas pulseadas, que son muy complejas, que no responden sólo a un motivo, esa pulseada el Darno la perdió, y la perdió durante muchos años, y logró sobrevivir por años a ese problema, pero lo terminó destruyendo. Y lo único que se me ocurre es eso: una rabia sorda contra esa enfermedad, en definitiva, que se lo llevó".
Víctor Cunha. "Se piensa que cuando uno deja la vida terrenal da lugar al mito, en personajes como Darnauchans. Darno fue un mito en vida, y el mito va a continuar por la obra que lo respalda. Y sin tener el francotirador que era el propio Darnauchans, disparando contra sí mismo. No soportaba ser un cantor de culto porque no se creía merecedor de esa condición. El mito se clarifica ahora. En lo personal lo veo como el fin de una pesadilla. Estábamos peleados desde hace años, porque él había tomado la decisión de destrucción que yo no podía aceptársela. El motor de la paradoja: el tipo que se autodestruye pero genera vida. Los chiquilines viniendo a decirle `Vivo porque escuché tus canciones`. No debe haber cosa más grande".
El País
No hay comentarios.:
Publicar un comentario